18 octubre 2009

"Liderazgo natural": nada de jefes, pero sí muchos líderes

Como bien dice Punset, en una colonia de hormigas "no manda ni dios", no hay nadie al cargo, nada de jefes (la reina sólo pone huevos, no manda). Las hormigas no necesitan supervisión, se autogestionan por sí mismas.

Pero Punset también dice que no hay líderes en un hormiguero, y aquí sí que discrepo con él, pues en verdad yo sí creo firmemente en que hay líderes en una colonia de hormigas.

Y es que una cosa es ordenar, mandar, imponer -tareas propias de un jefe- y otra muy distinta es atraer, convencer, influir -cualidades de un buen líder-. Un líder no es quien manda, sino quien influye en los demás y contribuye de manera especial al éxito del grupo.

Y aunque, en efecto, en una colonia de hormigas no hay autoridad central, no hay jefes, lo cierto es que en cambio sí debe haber muchas hormigas líderes capaces de influir en otras, capaces de atraer seguidoras que se añadan a "su causa".

Por ejemplo, una hormiga se convierte en líder si consigue que las demás hormigas sigan su camino. Así, una hormiga va dejando a su paso rastros de feromonas, las cuales son detectadas por otras hormigas. Las hormigas tienden a seguir los rastros más fuertes de feromonas. Dado que éstas se evaporan, los caminos que toman las hormigas que no encuentran alimentos no tienen muchas seguidoras. Por otro lado, las hormigas que encuentran una fuente de alimento cercana regresan rápidamente, reforzando su rastro de feromonas, el cual recluta más hormigas, las cuales refuerzan el rastro aún más.

Por lo tanto, si muchas hormigas siguen el camino marcado por una hormiga, inevitablemente ésta se convierte en una líder. Una hormiga es líder cuando las demás la imitan y aprenden de ella.

Estamos, pues, ante un liderazgo natural en el que "el poder" de la hormiga líder no se da por sentado, sino por los resultados a través de las interacciones individuales entre hormigas. En cierto modo, la hormiga líder debe ganarse continuamente la confianza de sus colegas para conservar su liderazgo. O dicho de otro modo: la líder no puede abusar de su poder, ya que carece de él.

Este tipo de liderazgo natural se suele dar en organizaciones sociales planas, y no tanto en sociedades basadas en la jerarquía en escalera, tan propia en nuestras organizaciones empresariales. En una jerarquía las responsabilidades son de arriba a abajo, mientras que en una arquitectura abierta y plana las líneas de comunicación son directas y horizontales, de individuo a individuo o de grupo a grupo. Implica múltiples cruces de responsabilidad en el mismo nivel, una densa red de conexiones interpersonales en la que cada uno sirve a sus compañeros, no a un jefe. Así pues, en un entramado lateral no hay jefes, pero sí hay muchos líderes que contribuyen de manera especial al éxito de la organización.

Aquí dejo un buen ejemplo de liderazgo natural entre humanos. Se trata de una persona que, sin ser jefe de nadie, a la postre consigue contagiar a todos los demás con su peculiar forma de bailar, convirtiéndose así en un líder.



3 comentarios :

Anónimo dijo...

Excelente post, me sirvió de mucho, muchas gracias.Es importante comprender que un líder no siempre es aquel que manda sino quien con su empatia tiende a convencer a los demás a unirse a una causa.

Anónimo dijo...

Excelente post, me sirvió de mucho, muchas gracias.Es importante comprender que un líder no siempre es aquel que manda sino quien con su empatia tiende a convencer a los demás a unirse a una causa.

Antonio dijo...

muy buena publicación, grandes ejemplos sencillos pero muy certeros
gracias

 
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